jueves, diciembre 29, 2011

miércoles, noviembre 23, 2011

Toddy: una addicción.

Los que leen mi twitter de @elsoponcio saben de mi, digamos, preferencia por el Toddy. Para los que quiza no viven en Venezuela, les comento que el Toddy es una bebida achocolatada forjada en los predios del cielo, que sabe a gloria y genera orgasmos gustativos apenas lo pruebas.

Ok, no es "preferencia" por el Toddy sinó una adicción total. Lo confieso.

 Desde que tengo uso de razón alla cuando nací en 1977, recuerdo al momento de salir de la barriga de mi mamá, una licuadora llena de un liquido marrón, espumoso y que sabía a chocolate. Fue amor a primera vista y ese amor me acompaña 34 años despues.

Y es que el Toddy es tradición venezolana. Alguna vez leí que fue una bebida que nació en estados unidos y fue traida a suramerica por allá por 1928. Incluso que antes se servía en botellas de vidrio. Recientemente encotré una foto de un frasco de Toddy  y una publicidad de los años 40 aproximadamente proveniente de la Republica Argentina. Mas historia del Toddy Aquí.







Yo crecí con el empaque de Toddy donde aparecian los dos niñitos desnudos y con sombrero de cocinero. Nunca entendí porque estaban desnudos realmente, pero tampoco le paraba mucho. Yo lo que quería era lo que estaba adentro. Recuerdo que de niño tomaba Toddy por lo menos tres veces al día. La mejor forma de tomarlo es con leche en polvo y hielo tipo frappé.


Algunas vez un reconocido cocinero me comentó que el aroma avainillado del Toddy viene de la zarrapia que es abundante en nuestro país. Esta parece una especie de nuez moscada pero alargada y de color marron que al rayar emite el mas delicioso aroma dulce. Yo realmente no se cual sea el ingrediente secreto, lo que si confieso es mi completa addición a esta bebida achocolatada que me da los buenos días y las buenas noches.

El Toddy es mi comfort food. Es la bebida que me conecta con los momentos felices de mi infancia. Me hace recordar a uno de mis seres más queridos que fué mi madrina Maruja y como me consentía con vasos enormes de Toddy a veces hasta regañada por mis padres. Es esa bebida que te hace sentir que todo va a estar bien.

sábado, agosto 27, 2011

Arepas Fritas de Huequito


Hay comidas que sencillamente te llevan a los momentos más hermosos de tu infancia. Comidas que te hacen sentir bien, como una especie confort food que sube todos los ánimos! En mi caso es la arepa frita. Esa crujiente, deliciosa, divina confección que debe sin duda venir de las nubes donde viven los ángeles que hacen realidad los milagros culinarios.

La receta es bien sencilla: Harina de maíz, agua y sal. Se fríe (sumergida en aceite) hasta que esté doradita y voilá. Cada persona le da su toque especial, hay gente como yo que le pone un toque dulce con azúcar o papelón, otros le agregan especias a la masa como canela y anís. Incluso queso rallado para darle más gusto.

El Huequito en el Medio.

Faltó lo más importante, el huequito que se le hace a la arepa en el medio. Se ha comprobado científicamente que el huequito en el medio, es la parte más sabrosa de la arepa. Me encantaría saber a qué persona se le ocurrió tal genialidad. Y es que los alrededores de la zona en cuestión se torna extra crujiente, y me atrevo a decir que el espacio vacío, el huequito en sí, es un vórtice hacia otra dimensión de deliciosidad. Sí, deliciosidad, inventé una palabra para describirlo, porque no existía ninguna.



Con qué se come?

Nata, queso rallado, jamón, queso crema y hasta mermelada he visto yo. Para mi, lo mejor es con diablito, combinado con salsa de tomate y mayonesa. Yo sé que hay detractores del diablito, pero de verdad si en algún caso vale la pena comerlo, es con una arepa frita.

Cómo se comen?

Como estudioso y erudito de las arepas fritas he descubierto a través de innumerables degustaciones, pruebas de laboratorio y años de experiencia, que la mejor forma de comerse una arepa frita es mordiendo y girando (Yo lo hago en contra de las agujas del reloj) en torno al centro, dejando la mejor parte para el final; el centro de la arepa, hogar del huequito.

Estas delicias, son tradición en Venezuela. Estoy seguro que a más de uno se le hizo agua la boca al recordar las arepas fritas de su infancia. Para mi el recuerdo es de mi infancia, cuando la mesa era más alta que yo, y me sentaba con mis hermanos y mis primos a comer. Recuerdo las de mi madrina que eran muy ricas, impregnadas en amor que era el ingrediente que caracterizaba su comida. Recuerdos bonitos cuando todo era más sencillo y nos tomábamos el tiempo de disfrutar cada bocado.


jueves, junio 23, 2011

Los Chicharrones de Las Piedas del Valle


Cuando los españoles trajeron por primera vez a los cerdos a la isla de Cubagua y posteriormente a Margarita, por allá los años 1500, no se imaginaban que más de 500 años después, quien escribe les estaría tan agradecido.

Y aunque mis médicos me regañen por el tema del colesterol y los triglicéridos, no puedo dejar de comentarles de un lugar medio escondido en Las Piedras del Valle, que se especializa en vender uno de los chicharrones más crujientes y deliciosos que he probado.

Álvaro Agustín León, es nacido y criado en Las Piedras del Valle, un “margariteño rajao” como él mismo se define.

Ubicado en la calle Monseñor Eduardo Vásquez, frente a la biblioteca Agapito Salgado, y debajo de sendos arboles que semejan una planta de eucalipto sobrecrecido, está su tarantín.

En caso de que no lo encuentren, bajen la ventanilla de sus vehículos y afinen su nariz, que el olor seguro les hará llegar al mejor estilo de un GPS. Álvaro León hace chicharrón desde 1998 de una manera muy particular.


“Eso está en la picada del chicharrón. Hay que picarlos delgadito” nos comenta, al elogiar lo crujiente que son.

A mí particularmente me encantan que estén bien tostaditos y estos definitivamente parecen una galleta de soda. Como un chicharrón debería ser, con poca grasa y muy crujiente.

Aunque le insistí muchísimo por su receta, como buen cocinero, jamás develó el ingrediente secreto. Y es que no sólo la textura es la adecuada, sino que su sabor tiene un tono diferente a otros chicharrones que había probado anteriormente.

Prosigue a explicarnos el método de cocción, que no es más que abundante aceite a fuego a muy altas temperaturas, para que no “se ponga chicloso” como él mismo relata.

Una de sus técnicas, es dejar que el chicharrón desgrase. Inicia el caldero con más de 13 kilos de piel y carne de cerdo, para terminar con sólo tres kilos de chicharrón, lo que queda de esta preparación se convierte en grasa liquida que vende a quien esté interesado, sobretodo en diciembre para darle más sabor a los panes de jamón.

Además vende morcillas, chorizos, lengua, costillitas, cochino frito y un pernil de padre y señor mío. Y después de las 5 de la tarde una parrilla con todos sus acompañantes.

“Uno tiene que ver, que es lo que le gusta al cliente, no a tratar de llenarte el bolsillo” nos comenta Alvaro León sobre su filosofía de negocios, cosa que habla muy bien del cariño y dedicación que le pone a cada uno de sus creaciones.

Yo acompañe mi bolsita de chicharrón crujiente con arepitas y un papelón con limón que hizo el maridaje perfecto con una tarde fresca y una excelente compañía. Ya estaré llevando a cuanta persona pueda para que prueben los chicharrones de Las Piedras del Valle, que sin duda son uno de los más ricos que he probado.





Publicado en www.ElEsteNoticias.com

miércoles, mayo 18, 2011

El Rauche



Tuve la oportunidad de visitar uno del los restaurantes que más he
escuchado mencionar en la isla en estos últimos meses. He recibido muy
buenos comentarios y decidí que tenia que probarlo y comprobar por mi
mismo, que tan cierto era todo lo que escuchaba.

Fue así como en pleno medio día me fui al Rauche, que está ubicado en
el C.C La Vela y me dispuse a degustar lo que tenían que ofrecer.
Lo primero que sorprende al llegar al sitio es que es amplio y de un
ambiente ligero. La iluminación en el día viene a través de ventanales
que dejan entrar la luz natural. Tiene una capacidad de hasta 150
personas sentadas aproximadamente y posteriormente me enteré, que
hasta más si la idea es realizar un evento corporativo o personal.
Además tiene una hermosa terraza para aquellos que deseen comer fuera.

Inmediatamente fui recibido por un mesonero a quien solicité una mesa
cerca de la ventana porque me gusta ver los colores de la comida en mi
plato.



La carta no solo tenía los platos típicos que encuentras en los
restaurantes de comida árabe como el Kibbe, Labne, Sambusak y el
Falafel, si no que también contaba con platos de comida internacional
como varios Carpaccios incluyendo el de mero, lomito y salmón, sopas
de cebolla, carnes, risottos, pastas y una amplia variedad de pescados
y mariscos. Una carta sumamente completa.

Pedí un plato de degustación y una copa de vino para acompañar. Fui
recibido con una variedad de colores y texturas en mi plato que me
llamaron mucho la atención. Algunos ya los conocía como el Falafel y
el Tabbule acompañados del tradicional Hummus, una crema de garbanzos.
Otros eran nuevos para mi como el Sambusa y el Warak Inak, uno una
empanadita de carne y otra unos tabaquitos con hojas de repollo.
Los Shish Kebab o pinchos de carne y pollo estaban deliciosos. El
pollo cocido a la perfección, jugoso y con un punto de sal perfecto.
Igual pasó con la carne, que usualmente es sobrecosida, estaba al
punto. Habia Kibbe frito y los famosos tabaquitos en hoja de parra
Malfuf. Y no podía faltar el pan árabe para entrelazar cada bocado.
Pude sentir en la comida la calidad y el cuidado que se tiene al
escoger los ingredientes. Los vegetales de las ensaladas estaban
frescos y crujientes.


Con el plato de degustación para una persona, pueden comer hasta dos,
lo que habla muy bien de sus porciones, cosa que pude constatar al ver
algunos platos servidos.



Todos sus postres son hechos en el mismo restaurante, y tienen desde
tortas tres leches, coronas del rey y pie de limón a los tradicionales
postres árabes como el Mamul y el Baklaba, un pastel relleno de
pistachos. Yo opté por terminar mi degustación con un quesillo. A
simple vista era un quesillo normal y corriente pero todo eso cambio
cuando probé las notas de canela árabe, que lo hicieron
completamente diferente y delicioso. Lo acompañe con un café arabica,
característico por sus aroma a especias.



Me enteré que por reservación puedes ordenar Cordero. Varios amigos me
lo han recomendado y me han comentado que es el mejor de la isla.
Estoy seguro que volveré al Rauche a degustarlo.

De noche y específicamente los fines de semana se presentan shows de
danza árabe que además puedes disfrutar con un servicio de Arguile de
Uva, Menta, Manzana o un buen vino de su amplia carta de cócteles.
Para los mas pequeños el restaurante cuenta con menú especial.

El Rauche es un restaurant que cuida todos los detalle, fruto del
trabajo de Sober Farrera, quien es quien dirige esta operación y a
quien tuve el placer de conocer. Siempre pendiente de alguna
sugerencia o critica constructiva con la finalidad de mejorar
constantemente el servicio o la comida. Exactamente como se debe
manejar un restaurante.

Si vives o visitas la isla de Margarita,
definitivamente les invito a conocer El Rauche. Yo por mi parte espero
regresar muy pero muy pronto. Tengo que probar ese cordero.



domingo, abril 10, 2011

Mi Portafolio de Fotografía de Alimentos

Cuando uno mis dos pasiones, la fotografía y la gastronomía disfruto mucho. La muestra es este portafolio donde expongo trabajos que he hecho para algunas revistas, catálogos y recetarios. Los invito a revisar una pequeña muestra de lo que son mis fotos sobre comida. Hagan Click sobre la imágen para abrir el portafolio.


miércoles, marzo 09, 2011

La Zulianidad de Ivette Franchi

El pasado lunes, tuve la dicha de comer en Palo Torcido una posada-restaurant, que tiene la genialidad de hacer festivales de comida cada cierto tiempo, invitando a reconocidos Chefs.
Esta vez le toco el turno a Ivette Franchi, una paisana de Maracaibo, reconocida embajadora de la gastronomía zuliana.

Como he vivido poco en el Zulia decidí llevarme a esta degustación a dos expertos maracuchos con mucha credibilidad, mis padres.

La velada empezó con un fuerte abrazo de la chef, quien en todo momento nos atendió de maravilla. El acento maracucho llenó el espacio e inmediatamente nos sentíamos como en casa.
Pasamos a la sala, donde nos sentamos para empezar la degustación y la anfitriona, nos cantó la carta con platos muy conocidos para nosotros.

La entrada fue una degustación de platos emblemáticos de la región. Miniaturas Zulianas la denominaron y constaba de: Mandoca, Niño Dormido, Tumbarrancho, Bollo Pelón y Empanada de Mojito en Coco al estilo de Petit Fours. Mi preferido sin duda, el Tumbarracho, una arepa rebosada, nada light pero deliciosa. Fue como recordar mis andanzas por Maracaibo, bocado a bocado.


Después llego una sopa divina, un Caldo e coco con Camarones y plátano, patacón con pérnil y queso. Según la chef son sabores muy típicos de la costa oriental del lago. El mini patacón, tenia un toque de mostaza que realzaba el sabor, además muy bien presentado y la combinación de ambos platos, era excepcional.



El menú principal constaba opciones como: Estofado de Chivo con Fúnche, Pescado Embasurado y Risótto de plátano y Macarronada a la manera de Arita. Yo ordené el pescado, porque buscaba un sabor diferente y me llamaba la atención el nombre "Embasurado". Era un pescado blanco cocido a la perfección, en una especie de caldo saborizado y con el relleno por fuera. El Risotto de Platano era la cama y la combinación de sabores era la clave del plato. Un sabor diferente, pero muy rico.


Mi papá ordenó el Estofado de chivo. Particularmente, jamás me ha gustado el chivo ni en coco, ni en ninguna de sus preparaciones, pero este era una delicia. La carne, estaba sumanente blanda y delicada, sin el tipico sabor de las carnes de cacería, predominando aromas y sabores dulzones. Además el contraste con el funche, y no la polenta, como bien me corrigió la Chef mientras comentaba en twitter sobre la experiencia, le daba el toque dulce -salado que tanto me gusta. El Estofado de chivo fue la estrella de la noche. Puedo decir que gracias a Ivette Franchi, esa noche me gustó el chivo, por primera vez.

Llego la hora del postre y se sirvió una degustación de Majarete, Conserva de Plátano y Calabazate. Como no soy muy bueno en la dulcería criolla, recurrí a mi madre que es para mí una autoridad en golosinas zulianas. Sus comentarios fueron muy buenos, sobretodo con el Calabazate que es su dulce preferido. A mi todo me pareció muy rico, como bien demostró mi plato completamente limpio al final de la jornada.


Para un zuliano que tienen tiempo sin visitar su tierra, el festín gastronómico de esa noche fue sencillamente fastuoso. La combinación de aromas y sabores, que sin dudas están en los genes de quien escribe, retumbaron como un amanecer gaitero en plena feria de la Chinita. Particularmente percibí no solo la excelente técnica en la elaboración y cocción de cada uno de los platos que disfrutamos, si no una verdadera explosión de orgullo y zulianidad en cada bocado. Impresiona la pasión de Ivette Franchi cuyo objetivo es el de "que cada persona del mundo se coma un patacón".

Para mi es un orgullo como zuliano y como venezolano que se den muestras del gran nivel de nuestra gastronomía sin menospreciarla y colocándola a la altura de las mejores del mundo. Nuestros sabores son nuestra identidad y debemos empezar por conocerlos y apreciarlos, para después llevarlos al mundo entero y lograr la tan ansiada internacionalización. Aplaudo la iniciativa de la Posada Palotorcido y la Chef Ivette Franchi.

Contactos Twitter:
@Palotorcido
@IvetteFranchi



sábado, febrero 26, 2011

Byblos Supermarket & Deli


Uno de los mejores amigos de mi infancia era del Líbano. Me la pasaba metido en casa de Gathim y su primo Golid. De niño aprendí a degustar lo deliciosa que es la comida libanesa. Recuerdo sus mesas repletas de Kibbe (que me encantaba) y aunque muchas veces no sabia lo que me estaba comiendo, lo disfrutaba plenamente.

Quede enamorado de la comida árabe desde entonces y siempre busco lugares que la sirvan. Si hay un sitio donde me gusta ir es a Byblos Deli. El sitio es una combinación de Restaurant, donde conseguiras un buffet libanes con los platos emblematicos que la definen, con un mini supermercado de productos de todo tipo, pero predominando ingredientes para hacer comida árabe libanesa.
Hay mermeladas de todo tipo, quesos, salsas preparadas, hasta tabaco para mi Arguile (la pipa de agua). Aqui es donde voy a comprar el arroz basmati, las puntas y solomos importados para la parrilla y el hummus y babaganoush. Cuando nadie tiene ellos tienen.
Disfruto mucho revisando las neveras y los estantes buscando nuevos ingredientes para cocinar. El sitio es muy agradable, de esos lugares donde te puedes sentar por horas y sentirte atendido. El trato de los dueños, que siempre están detrás del counter, es excepcional. Les sale amabilidad pura por los poros. Siempre dispuestos a darte una mano, o ofrecerte algún tip de como cocinar cualquiera que sea el producto que estas llevando.


Byblos Supermarket & Deli está ubicado en la avenida 4 de Mayo de Porlamar. Su teléfono es 0295-2610078.


jueves, febrero 24, 2011

Santo Coyote


Hace algunos meses, la gente de la revista Access de Directv me pidió que hiciera unas fotos en el restaurant Santo Coyote, ubicado en el C.C La Vela, en la Isla de Margarita. Como una de mis pasiones, es hacer fotografía de comida (lo haría de gratis, pero no le digan a nadie) me fui al restaurant a hacer las tomas.

Estuve encantado de hacer las fotografías, ya que he comido varias veces en el sitio y de verdad que la comida es espectacular. Es cocina fusión Tex-Mex pero muy bien elaborada y aprovechando el ingrediente local. No solo eso, las porciones son generosas y me parece que van acorde al precio. Aun, lo más importante, es la atención a los detalles que tienen, tanto en la decoración del personal, como en la presentación. Recuerdo cuando fui una vez, una de las cosas que me impresionó, fue la carta de vinos iluminada (con un backlight).


Pero me imagine que no todo sería perfecto y seguro los mesoneros serían antipáticos, o mal encarados. Me equivoqué. Desde el maitre hasta los mesoneros, fueron muy amables, y sobretodo muy pendientes de que la comida estuviera a la altura y servida en el ritmo y tiempo perfecto, para que fuera disfrutada como debe ser.


Tuve la oportunidad de conocer a su Chef, Otto Zekendorf, una persona sumamente amable, muy lejos al estereotipo del Chef tradicional. Se esmeró muchísimo en que los platos, quedaran perfectos para las fotos, y en atenderme. Lo que me pareció muy honorable de su parte, fue que me pidió una foto con su equipo de cocina. Esto demostró gran humildad y me pareció un gran gesto, reconociendo el valor de sus cocineros.


En mi opinión Santo Coyote, es un restaurant que se diferencia del resto, y lo hace para bien. Esperemos que se mantenga en el tiempo con la misma calidad y atención a los detalles, que sin duda son la clave para su éxito. Yo por mi parte, espero volver muy pronto.

Comida Humilde y Sincera.


Definitivamente disfruto la comida. El placer de degustar un buen plato, bien sea en un restaurant, o en casa, es uno de mis pasatiempos favoritos. Cuando empiezas a entender los sabores, las técnicas de como fueron creados los alimentos, todo se vuelve mas interesante aún.

Siempre he dicho que los grandes chefs, solo tienen la ventaja de la técnica, ante esas cocineras de muchos años que tienen la sazón a su favor. Son años y años de complacer innumerables paladares y definitivamente la energía tiene mucho que ver en el resultado final de la comida.
No digo que algunos cocineros estudiados no tengan estas cualidades, pero, en lo particular, disfruto la comida humilde, sincera, llena de amor, acompañada de las arrugas de estas hermosas personas, que han cocinado toda su vida, y que tienen todo medido "al ojo por ciento".
Mi tía Naty, es un ejemplo de esto. Cada vez que viene a mi casa, engordamos un promedio de 2 a 3 kilos minimo. Y es que se dedica a cocinarnos, plato tras plato de delicias. Su asado negro me lleva a mi infancia, son sabores que me generan confort, paz espiritual, en fin una experiencia divina. Cuando cocinamos juntos me pregunta como hacer esto y aquello, y a veces hasta dudo en darle instrucciones para no romper ese equilibrio perfecto de cocinar a su manera y no a la mía.

Como siempre en lo sencillo, esta la clave. Hay platos muy elaborados, que son muy ricos, pero para mi un plato perfecto, es aquel donde puedes diferenciar los sabores. Siempre hay mucho que aprender de esas personas que regalan su vida a la cocina, bien sea por vocación o por amor. El plato de arriba es un Churrasco de Dorado a la plancha con un simple pesto de albahaca, acompañado de una papa al horno, con salsa agria o nata y ajo, preparado en casa.

Con esta entrada, retomo mi blog sobre gastronomía e invito a todo el que quiera escribir en el, a apoyar con sus notas y fotografias. Pueden contactarme por mi twitter: @elsoponcio.