sábado, agosto 27, 2011

Arepas Fritas de Huequito


Hay comidas que sencillamente te llevan a los momentos más hermosos de tu infancia. Comidas que te hacen sentir bien, como una especie confort food que sube todos los ánimos! En mi caso es la arepa frita. Esa crujiente, deliciosa, divina confección que debe sin duda venir de las nubes donde viven los ángeles que hacen realidad los milagros culinarios.

La receta es bien sencilla: Harina de maíz, agua y sal. Se fríe (sumergida en aceite) hasta que esté doradita y voilá. Cada persona le da su toque especial, hay gente como yo que le pone un toque dulce con azúcar o papelón, otros le agregan especias a la masa como canela y anís. Incluso queso rallado para darle más gusto.

El Huequito en el Medio.

Faltó lo más importante, el huequito que se le hace a la arepa en el medio. Se ha comprobado científicamente que el huequito en el medio, es la parte más sabrosa de la arepa. Me encantaría saber a qué persona se le ocurrió tal genialidad. Y es que los alrededores de la zona en cuestión se torna extra crujiente, y me atrevo a decir que el espacio vacío, el huequito en sí, es un vórtice hacia otra dimensión de deliciosidad. Sí, deliciosidad, inventé una palabra para describirlo, porque no existía ninguna.



Con qué se come?

Nata, queso rallado, jamón, queso crema y hasta mermelada he visto yo. Para mi, lo mejor es con diablito, combinado con salsa de tomate y mayonesa. Yo sé que hay detractores del diablito, pero de verdad si en algún caso vale la pena comerlo, es con una arepa frita.

Cómo se comen?

Como estudioso y erudito de las arepas fritas he descubierto a través de innumerables degustaciones, pruebas de laboratorio y años de experiencia, que la mejor forma de comerse una arepa frita es mordiendo y girando (Yo lo hago en contra de las agujas del reloj) en torno al centro, dejando la mejor parte para el final; el centro de la arepa, hogar del huequito.

Estas delicias, son tradición en Venezuela. Estoy seguro que a más de uno se le hizo agua la boca al recordar las arepas fritas de su infancia. Para mi el recuerdo es de mi infancia, cuando la mesa era más alta que yo, y me sentaba con mis hermanos y mis primos a comer. Recuerdo las de mi madrina que eran muy ricas, impregnadas en amor que era el ingrediente que caracterizaba su comida. Recuerdos bonitos cuando todo era más sencillo y nos tomábamos el tiempo de disfrutar cada bocado.